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Cultivando Innovación: Como un Agricultor en California Busca Alternativas para Lidiar con la Escasez de Agua
«Amamos la tierra… ¿qué podemos hacer para conservarla?». Stuart Woolf se plantea esta pregunta al describir los retos de la agricultura en el Valle de San Joaquín, en California, en un momento de grandes cambios y de crecientes restricciones e incertidumbre en torno al agua. Ya sea por la reducción del suministro debido al bombeo excesivo de aguas subterráneas, las distribuciones limitadas de aguas superficiales en años secos o las regulaciones impulsadas por SGMA, la cuestión de cómo permanecer viables y sostenibles está en la mente de muchos agricultores del Valle. ¿Qué pueden hacer los agricultores de esta región para mantener su producción y su modo de vida y, al mismo tiempo, adaptarse a este nuevo reto? Para aquellos que no están tan familiarizados con las leyes del agua, la Ley de Gestión Sostenible de las Aguas Subterráneas (SGMA, por sus siglas en inglés) es una ley promulgada en 2014 que proporciona un modelo para la gestión sostenible a largo plazo de las aguas subterráneas en toda California, especialmente en las zonas que dependen en gran medida de los acuíferos subterráneos, como los del Valle de San Joaquín y especialmente desde Fresno hacia el sur.
Stuart Woolf, perteneciente a la segunda generación de agricultores de su familia, con quien cultiva miles de acres en el Distrito Hídrico de Westlands y opera una planta procesadora de tomates a las afueras de la ciudad de Huron, ha estado lidiando con esta cuestión mucho antes de que SGMA entrara en juego. A lo largo de los años, ha visto cómo las reservas de agua superficial (y subterránea) han ido disminuyendo, lo que le ha empujado a plantearse alternativas para mantener sus actividades más allá de la agricultura tradicional. En el Distrito Hídrico de Westlands se calcula que hasta el 40% de la demanda de agua deberá reducirse y/o reutilizarse la tierra de aquí a 2040, lo que supone una reducción enorme.
Aunque la familia de Stuart ha estado aplicando prácticas de conservación de agua en sus tierras desde hace años, se dieron cuenta de que reducir aún más el uso del agua en el contexto de SGMA les exigiría tener que usar mucha más creatividad. Consciente de la ubicación única de su propiedad, que se encuentra junto a una gran estación eléctrica de PG&E, la familia Woolf comenzó a colaborar con promotores solares interesados en utilizar sus tierras debido a su proximidad a la instalación de PG&E, arrendando parte de ellas para una granja solar a gran escala (~1.200 acres) y generando al mismo tiempo unos ingresos regulares durante más de 25 años. La familia Woolf también ha instalado una planta solar mucho más pequeña en su granja para suministrar energía limpia y de bajo coste a sus pozos y otras operaciones agrícolas.
El proceso hacia una instalación solar a gran escala. Sin embargo, su experiencia con la reconversión de tierras para la energía solar refleja las dificultades a las que se enfrentan los agricultores cuando intentan cambiar y probar cosas nuevas. La familia de Stuart tardó más de cuatro años en obtener un permiso solar del condado, que inicialmente argumentó que los proyectos solares eran un uso «no agrícola» de la tierra e intentó cobrarles sanciones a través de la Ley Williamson, un programa de protección de tierras agrícolas promulgado en California en 1965. Tras una larga batalla ante la Junta del Condado, Stuart y otros agricultores acabaron convenciendo al condado de las ventajas de reutilizar terrenos para la energía solar como práctica agrícola que puede ayudar a mantener las operaciones en funcionamiento, abriendo el camino a otros agricultores que quieran desarrollar proyectos similares. La familia Woolf tardó aún más tiempo en obtener la aprobación de la junta del Distrito Hídrico de Westlands para que los propietarios no perdieran sus asignaciones de aguas superficiales o subterráneas si instalaban energía solar en sus tierras afectadas por el agua. La instalación de energía solar puede convertirse en una fuente estable de ingresos para los agricultores, permitiéndoles continuar sus operaciones o al menos proporcionarles el apoyo financiero necesario para explorar otras ideas.
Nuevas e interesantes oportunidades de cultivo. Stuart comparte cómo su familia sigue cultivando cosechas típicas del Valle, como tomates, almendras, pistachos y ajo, pero el cultivo del que tiene mas interés en hablar es el agave. «Me siento muy optimista sobre esta planta», dice Stuart. «Creo que es una alternativa divertida». Esta especie de suculenta, cultivada desde hace tiempo en México como ingrediente clave del tequila y el mezcal, podría ser una alternativa de cultivo prometedora por su bajo consumo de agua. En una entrevista reciente con LA Times, Stuart explica cómo el agave consume unas 5 pulgadas (13 cm) de agua por acre por año, una cantidad insignificante comparada con las 50 y 40 pulgadas (127 cm y 102 cm) por acre por año que consumen las almendras y los pistachos, respectivamente. Hasta ahora, Stuart ha plantado unas 400.000 plantas de agave, y él y su esposa están financiando estudios en la Universidad de California Davis sobre la producción de agave, y fomentando la producción y el desarrollo comercial de esta planta. Tanto él como otros cultivadores se sienten esperanzados por los resultados obtenidos hasta ahora, pero admiten que aún están en fase de aprendizaje.
Aun así, Stuart reconoce la desigualdad que existe entre grandes operaciones agrarias y agricultores con operaciones de menor escala. «Cada vez es más difícil para los agricultores pequeños cultivar en California», explica Stuart, señalando que a menudo carecen del capital necesario para experimentar con nuevos cultivos que pueden tardar años en producir o para cambiar drásticamente sus operaciones agrícolas para adaptarse a los retos de la escasez de agua. Aquí es donde los programas estatales, como el Multibenefit Land Repurposing Program (MLRP, por sus siglas en inglés), pueden apoyar a los agricultores financiando proyectos que reduzcan el uso de aguas subterráneas al tiempo que contribuyen al bienestar de la economía, el medio ambiente y las comunidades de alrededor. La iniciativa MLRP proporciona a los agricultores el apoyo financiero y técnico necesario para reconvertir la tierra -por ejemplo, en proyectos solares-, adoptar prácticas sostenibles y reducir la demanda de agua.
Múltiples cuencas de reabastecimiento. Quizá la parte más significativa del esfuerzo de Stuart por buscar un equilibrio entre la sostenibilidad de agua a largo plazo y la supervivencia de la empresa de su familia ha sido la instalación de diez cuencas de reabastecimiento de aguas subterráneas en sus tierras, que abarcan más de 320 acres en el Distrito Hídrico de Westlands. Al instalar estas cuencas junto a una toma de agua del Distrito, la familia de Stuart ha podido almacenar agua. «Nos sobraba agua de las distribuciones del Distrito y empezamos a almacenarla», cuenta Stuart. Esto les ha permitido acumular créditos de agua con la Agencia de Sostenibilidad de Aguas Subterráneas (GSA, por sus siglas en inglés) de Westlands. El Distrito había incentivado a los agricultores a reintroducir agua en el suelo ofreciéndoles 100 dólares por acre-pie para instalar cuencas de agua en las zonas más idóneas para el reabastecimiento. Aunque al principio muchos creían que el reabastecimiento era casi imposible en el distrito -más del 95% se encuentra sobre una capa de arcilla de Corcoran que limita la infiltración de agua-, los agricultores consiguieron reabastecer de forma colectiva más de 300.000 acre-pie de agua.
Aunque se trata de una historia exitosa, Stuart advierte que no se debería depender demasiado en el Distrito para resolver los problemas de abastecimiento de agua. Cree que todos tienen un papel que cumplir si los agricultores quieren seguir haciendo lo que han hecho durante generaciones. Quizá el lado positivo de las políticas como SGMA y los planes locales de sostenibilidad de las aguas subterráneas -además de los incentivos y programas para financiar la reconversión de tierras-, según Stuart, es que, en algunos casos, han creado «una estructura de intercambio de créditos» que incentiva a los agricultores a reducir la demanda de agua y ayudar a reabastecer las reservas de aguas subterráneas en colaboración con los distritos de aguas. Stuart también destaca el valor de compartir las mejores prácticas entre los agricultores y mantiene su compromiso de explorar nuevos enfoques para adaptarse y prosperar. Declara que, mientras pueda seguir cultivando en el Valle, nunca dejará de preguntarse: «¿Qué más puedo hacer?».
Fuentes: Este reportaje está basado en la entrevista realizada por Ag Innovations con Stuart Woolf el 25 de septiembre de 2024. Tambien se ha utilizado contenido del artículo del LA Times “Can agave help solve California’s agricultural dilemma? Some farmers are betting big” (17 de septiembre de 2024) y el sitio web de Stuart Woolf, Woolf Farming, en el desarrollo de esta historia.
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