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La historia de Frank Fernandes: Como un ganadero se esta adaptando a una nueva gestión de las aguas subterráneas en el Valle de San Joaquín
El ganadero Frank Fernandes, quien dirige Legacy Ranches en el condado de Tulare, se enfrenta, como tantos otros ganaderos y agricultores, a los retos de la creciente escasez de agua debido a la evolución de las normativas sobre el agua y al cambio climático. A medida que se sigue implementando la Ley de Gestión Sostenible de las Aguas Subterráneas (SGMA, por sus siglas en inglés) para ayudar a proteger los recursos hídricos subterráneos a largo plazo, Frank Fernandes comparte sus ideas sobre el uso de diferentes prácticas agrícolas para adaptarse a las nuevas realidades a las que se enfrentan tantos agricultores del Valle de San Joaquín. Frank considera que el Programa de Reconversión de Tierras con Beneficios Múltiples (MLRP, por sus siglas en inglés) de la subcuenca del Tule, un programa voluntario para los agricultores, puede ayudarles a seguir cultivando o a cambiar a otros usos de la tierra que requieran menos agua. A pesar de los obstáculos, Frank mantiene la esperanza de que los agricultores puedan seguir cultivando de forma rentable mientras que se adaptan a estos nuevos retos.
Para Frank, que pertenece a la tercera generación de agricultores en su familia, producir suficiente alimento para sus vacas (como el trigo de invierno y el maíz), a la vez que se sigue reduciendo el consumo de agua, sigue siendo una prioridad. « Llevamos conservando agua mucho antes de la entrada en vigor de SGMA», explica. Para reducir el consumo de agua, su estrategia se basa en prácticas agrícolas regenerativas que mejoran la salud del suelo y permiten un uso eficaz del agua. Una práctica eficaz es el «doble cultivo», que comienza con un cultivo para forraje, como el trigo de invierno, plantado en invierno, seguido de un segundo cultivo, como el maíz, que se siembra poco después de cosechar el primero trabajando lo mínimo la tierra. «Esta es la belleza de la agricultura de baja labranza», dice Frank, ya que acorta el intervalo entre siembras, lo que permite a los agricultores retener la humedad de la tierra y plantar más temprano en el año antes de la temporada alta de calor del verano, reduciendo la demanda de agua subterránea. Por el contrario, la agricultura convencional suele requerir trabajar más la tierra entre cultivos, lo que obliga a esperar de 2 a 3 semanas antes de poder plantar el siguiente cultivo por lo que la tierra pierde humedad entre siembra y siembra.
Además de usar prácticas que requieren menos agua, Frank también ha conseguido reciclar el agua mediante un sistema de retorno que le permite reutilizar el agua de regadío. Los chorros de agua frecuentes y de gran volumen riegan sus campos lo suficiente como para llegar a las raíces de las plantas, permitiendo cierta percolación pero no lo suficiente como para hundirse demasiado en el suelo. El exceso de agua que escurre se recoge en estanques situados en los bordes del campo aprovechando su inclinación natural. La aplicación de estas prácticas agrícolas regenerativas ha permitido a Frank «básicamente plantar y dejar que la Madre Tierra siga su curso». Uno de los beneficios inesperados son los cambios que estas prácticas han tenido en su terreno. La salud de su tierra se ha mejorado considerablemente en la última década, actuando como una esponja y reteniendo más humedad. Aun así, a menudo tiene que recurrir a las aguas subterráneas y está considerando el riego por goteo, sobre todo en periodos de calor prolongado, cuando otros métodos de riego no son suficientes.
El aumento de los costes del agua y las restricciones impuestas por la sequía han llevado a muchos agricultores como Frank a pensar en cómo adaptarse a los retos. Arrendar la tierra para proyectos solares a gran escala no le atrae: la agricultura es lo que conoce y ama, y se ha comprometido a preservar la sostenibilidad de la tierra. Las audiencias probatorias que se celebrarán en septiembre para determinar si se designa la subcuenca del Tule -donde se encuentra su ganadería de 3.000 vacas- como cuenca en periodo de prueba con acuerdo a la ley SGMA también podrían alterar drásticamente su forma de gestionar el agua.. «Hay muchas incertidumbres», dice, expresando su preocupación por su capacidad para cultivar en el futuro si se aplican nuevas restricciones de agua o aumentan los costes.
Frank también es presidente del Tule Basin Land & Water Conservation Trust, que ahora es propietario de Capinero Creek. Están trabajando en un proyecto en Capinero Creek para proteger especies amenazadas y en peligro de extinción y contribuir a la viabilidad de las aguas subterráneas en el sur del Valle de San Joaquín. El Programa de Reconversión de Tierras con Beneficios Múltiples (MLRP) ofrece financiación para este tipo de proyectos, cuyo objetivo es reducir el uso de las aguas subterráneas y contribuir al mismo tiempo al bienestar de la economía, el medio ambiente y las comunidades cercanas. Frank ha explorado distintas fuentes de financiación, pero ha descubierto que muchas ayudas estatales y federales suelen ir acompañadas de demasiadas condiciones como para que los cambios merezcan la pena. La iniciativa MLRP, sin embargo, proporciona a los agricultores el apoyo financiero y técnico necesario para reconvertir las tierras, adoptar prácticas sostenibles -como el descanso temporal de los cultivos- y reducir la demanda de aguas subterráneas.
Aunque la realidad de la situación para los agricultores de la cuenca pueda parecer grave, Frank sigue creyendo que «el problema tiene solución». Al hablar con otros agricultores y con quienes tienen perspectivas e ideas diferentes, como grupos de protección de la naturaleza y expertos en agricultura y recursos hídricos, sobre cómo resolver estos problemas complejos, está descubriendo nuevas ideas y oportunidades para seguir cultivando. A través de programas como el MLRP y otros programas de ayudas agrícolas, y mediante la adopción de prácticas agrícolas regenerativas, Frank confía en que el futuro de la agricultura en el Valle de San Joaquín continúe por generaciones.